miércoles, 23 de noviembre de 2016

La historia del primer pueblo libre de la Nueva España

Además del origen indígena y del origen hispano, los mexicanos tenemos una raíz que ignoramos casi por completo: la africana. Pocos estudios se han realizado en torno al impacto que los afrodescendientes, llegados originalmente como esclavos en la época virreinal, han tenido en la conformación de nuestro país. Uno de los personajes más destacados de esta comunidad es Yanga, quien pese a ser poco reconocido por la Historia oficial, tiene el honor de haber fundado el primer pueblo libre de América.

Gaspar Yanga, mejor conocido simplemente como Yanga, era hijo del rey de la tribu Yang-Bara, la cual tenía sus dominios en la costa occidental africana; sin embargo, hacia 1570 fue capturado por traficantes portugueses y llevado como esclavo a la Nueva España.
   Pocos años después se fugó de su amo y huyó a la sierra de Zongolica, en Veracruz, donde, acompañado de otros hombres de origen africano, decidió fundar San Lorenzo de los Negros, el cual, al quedar fuera de la jurisdicción de la Colonia, se convirtió en refugio no sólo de esclavos negros, sino también de aquellos indios, mestizos e incluso españoles que decidieran huir de la opresión del régimen virreinal. 
   Sobra decir que estas acciones motivaron el enojo de las autoridades y pronto el virrey mandó tropas para enfrentar a los sublevados, conocidos en aquel entonces como “cimarrones”, pues estos, además de vivir ajenos a las leyes de la Colonia, asaltaban las haciendas locales, además de robar los cargamentos de oro y plata que se dirigían desde la capital hacia Veracruz.

   En 1609 el virrey Luis de Velasco decidió mandar una expedición conformada por 600 soldados, encabezados por el capitán Pedro González de Herrera, para poner fin al conflicto de una vez por todas; sin embargo, la resistencia de los esclavos emancipados, liderados por Francisco de la Matosa (lugarteniente del ya anciano Yanga) fue mucho mayor a la esperada y tras no poder obtener la victoria contundente, los españoles se vieron obligados a pactar. 
El virrey Velasco aceptó darles a los rebeldes la paz y la posibilidad de vivir en los territorios ocupados. A cambio, los cimarrones debían vivir de un modo pacífico, no aceptar en su comunidad más esclavos fugitivos y prestar servicio de armas al virreinato cuando fuera necesario. 

Pasaron varios años para que se reconociera oficialmente a San Lorenzo de los Negros como un pueblo libre. Esto sucedió finalmente el 3 de octubre de 1631. Doscientos años después, el poblado fue rebautizado con el nombre de Yanga, en honor a su fundador. 


Recuperadon desde: Cultura Colectiva

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